Venezuela. El presidente del Sindicato Bolivariano de Trabajadores de la Construcción de Lara fue asesinado a tiros ayer en la mañana.Alí Ramón Barradas Palacios (55) supervisaba una obra, cuando otro sindicalista conocido como “El Chueco” llegó y le disparó tres veces. Esto ocurrió en el sector El Mamonal del caserío Cabimba vía Manzanita, en el municipio Simón Planas.
Alí estaba frente a una finca cuando llegaron tres tipos a bordo de dos motos. A a las 10:30 de la mañana, “El Chueco”, directivo del Sindicato Bolivariano de la Construcción de Yaracuy, se acercó a donde estaba él para conversar. En la discusión, algunos llegaron a escuchar que Alí decía “que resolverían el asunto con Fiscalía o con la Guardia Nacional”, entonces la víctima tomó su teléfono celular e hizo una llamada. Después de eso, “El Chueco” se fue de la finca y Alí siguió la inspección de la obra que se ejecuta desde hace dos meses.
Pero no pasó ni media hora cuando las motos volvieron a aparecer, pero esta vez esperaron afuera.
“El Chueco” se bajó y caminó hasta donde estaba Alí con un compañero. El tipo sacó una pistola y le pidió al acompañante de Alí que se levantara la camisa, cuando éste lo hizo y vio que no tenía nada, apuntó a Alí y haló el gatillo tres veces. Los tiros se los propinó en la cabeza, mentón y cuello.
Los demás trabajadores que también estaban en la finca quedaron sorprendidos mientras veían cómo “‘El Chueco” huía con sus compinches. El acompañante de Alí, apenas escuchó el primer disparo, pegó una carrera hasta el potrero de la finca.
A los pocos segundos, se acercaron al sindicalista y se dieron cuenta que no había nada que hacer. Estaba sin vida y quedó bocarriba con los brazos abiertos. Vestía blue jeans, chemise y correa marrón y unos zapatos clásicos. Su cara estaba toda llena de sangre.
Su compañero avisó a las autoridades y a sus familiares. Su hija fue la primera en llegar con la esposa de Alí, quien lamentó que su “viejito” hubiese decidido a última hora ir para Manzanita, pues temprano habían estado de compras en un Mercal de Barquisimeto y estaba indeciso si iba o no a la obra, pero agarró su Neón verde y se fue.
Alí tenía muchos años como sindicalista y nunca había tenido problemas con nadie; sin embargo, los del sindicato de Yaracuy estaban molestos porque el Gobierno Nacional le había dado varias obras.
1 comentarios :
que fuerte, adonde vamos aparar!
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