Max Marty y Dario Mutabdzja –fundadores de The Blueseed- se toparon con dos hechos irrefutables: existen pocos empresarios de la tecnología que no sueñen con tener su lugar en Silicon Valley y muchos de ellos se quedan afuera debido al sistema de visado de Estados Unidos. Bastó sólo esto para que la maquinaria de su ingenio se pusiera en marcha y desembocara en una singular –aunque bastante lógica- idea: apostar una flota de buques en la costa de California para que las personas que no cuenten con el permiso de vivir y trabajar en suelo americano puedan desarrollar, de todas formas, sus startups cerca de la meca de las ciencias aplicadas.
Cada uno de estos barcos tendrá capacidad para alojar a un máximo de 1.000 emprendedores (de cualquier nacionalidad, pero con su pasaporte al día), quienes podrán disfrutar de oficinas con amplias salas de reuniones, zonas de viviendas, varias pistas deportivas, un gimnasio y grandes espacios verdes.
Además, el Googleplex del mar -como lo llaman desde The Blueseed- ofrecerá servicio médico, acceso de alta velocidad a Internet, helipuertos, transporte diario al continente vía ferry y barcas para poder llegar fácilmente a las instalaciones flotantes.
Teniendo en cuenta que las aguas y costas californianas forman parte de un área natural de riqueza inconmensurable, para la empresa es fundamental lograr que su proyecto sea respetuoso con el entorno, reduciendo al mínimo su huella ecológica. Es por ello que The Blueseed se encuentra evaluando las mejores soluciones para poder reciclar la basura que se genere en sus buques y evitar que éstos produzcan contaminación lumínica.
Aunque por el momento no se sabe en detalle cómo se llevará a cabo, la empresa aseguró que cada embarcación utilizará energía de fuentes renovables, y que la intención es poder emplear biorreactores de membrana para poder gestionar eficientemente las aguas residuales.
La primera embarcación estará lista a fines de 2013, y su anclaje en aguas internacionales será al año siguiente. Sobre ella, Max Marty señaló que todavía no es seguro si será alquilada o comprada por la empresa para luego ser acondicionada en base a las necesidades del proyecto, o si, por el contrario, se construirá una de cero. Para Marty, lo más probable es que se concrete alguna de las dos primeras alternativas, lo cual reforzaría su intención de ser ecológicamente correctos: reacondicionar lo que ya existe suele ser la mejor vía.
Se espera que estos nuevos espacios a pocas millas náuticas del Valle de Silicio den impulso a toda una nueva generación de empresas tecnológicas. Las perspectivas son sumamente positivas, y el respaldado dado por Peter Thiel, fundador de PayPal, es una muestra de ello.
¿Qué opinas sobre estas islas sustentables aptas para no-visados? Puedes contarnos lo que piensas en los comentarios.
Fuente: Tu Discovery
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