lunes, 7 de abril de 2014

"Trujillo no murió asesinado en 1961, sino de muerte natural en España en el 1991"


Documentos confidenciales en poder de los herederos del dictador  dominicano Rafael Leonidas Trujillo Molina, revelan que este no murió como creen la mayoría de los dominicanos.

víctima de un complot  en la  carretera que conduce a San Cristóbal, sino que se trató de un  montaje  para ocultar al país, la salida de éste al exterior producto de  negociaciones con las autoridades norteamericanas.
 Los documentos pertenecientes a la familia Trujillo estaban en  poder  del fenecido Ramfis, hijo mayor del dictador dominicano y quien murió víctima de un accidente automovilístico ocurrido en París, en la  actualidad los mismos reposan en una caja fuerte de la que solo  tiene  acceso Ramses, uno de los hijos de Ramfis.  
Según datos filtrados por Ramses a uno de sus amigos de la  universidad, su abuelo fue convencido por el gobierno  norteamericano para que abandonara el poder en vista del desgaste de la  dictadura que  encabezó por mas de 30 años, y para evitar que grupos de exiliados  apoyados por el régimen comunista de Fidel Castro capitalizaran el  descontento popular y tomaran el poder. 
La "verdad" histórica acerca del ajusticiamiento del tirano dista  mucho de la realidad; portando una nueva identidad que incluía una  sofisticada cirugía plástica que le cambió drásticamente su  físico y  cara, y con la nada despreciable suma de 700 millones de dólares Trujillo se estableció en España, donde era visitado en secreto por  sus hijos y esposa, así como por el doctor Joaquín Balaguer.  
El deceso de Manuel Jiménez, que fue la nueva identidad dada al  hombre  fuerte puesto por los norteamericanos al frente del Ejército  dominicano luego de la intervención que culminó en el 1929, se  produjo en realidad en 1990 a la edad de 99 años. A los servicios fúnebres  oficiados en el mayor secreto solo asistieron cuatro personas.  
Según Ramses Trujillo, para simular la muerte de su abuelo se  procedió a usar como doble a Wenceslao Tejada, un agricultor nativo de  Villa de  los Almácigos, de la línea noroeste, quien tenía un parecido  extraordinario con el "Jefe". La similitud era tal que en  ocasiones se  le utilizó para hacerlo pasar por Trujillo cuando habían rumores  acerca de complots contra el tirano; vistiéndolo con su uniforme y desplazándolo en el vehículo de éste por las rutas consideradas  peligrosas, mientras que el tirano viajaba de incógnito en otro  carro.  
Tejada se encontraba en poder de Johnny Abbes García, Jefe del  Servicio de Inteligencia Militar (SIM), a la espera de la ejecución  del plan, que aunque se realizó la noche del 30 de mayo de 1961, se  estaba planificando desde hacía mas de un año.  Los participantes en el complot para matar a Trujillo también  fueron  engañados por enlaces militares quienes tenían la misión de  hacerles  creer que el hombre que se dirigía esa noche a San Cristóbal,  era el  Jefe, cuando en realidad no fue así. 
La perfección del plan fue tal  que todos los héroes murieron creyendo que habían asesinado al  sanguinario gobernante.  La ejecución del complot se aceleró a raíz de los atentados de las  fuerzas trujillistas contra el Presidente de Costa Rica, José Figueres, el cual fue frustrado en mayo de 1957, también por la  muerte  del Presidente de Guatemala Carlos Castillo Armas, el 27 de  julio del  mismo año, por órdenes del dictador. 
Con financiamiento del tirano  dominicano se montó otro atentado contra Rómulo Betancourt,  Presidente  de Venezuela quien sobrevivió milagrosamente cuando su vehículo fue  impactado por un carro bomba. Todas estas acciones determinaron que  para los Estados Unidos no fuera supuestamente conveniente su  permanencia al frente del gobierno dominicano.  
Pero sin dudas el hecho que marcó la salida del poder de  Trujillo, fue  ocurrido el  12 de marzo de 1956, orquestado por espías dominicanos en la  ciudad de  Nueva York, el plagio fue investigado por el FBI tras determinarse  responsabilidades, se le hizo saber al perínclito de San  Cristóbal que  Las presiones y negociaciones en las que no solo participaron  funcionarios norteamericanos sino, españoles y franceses, se  prolongaron por cuatro años, ya que el dictador ponía condiciones  incumplibles; hasta que finalmente se hizo el montaje de lo que  sería  su ajusticiamiento; detalle tras detalle todo estuvo  meticulosamente planeado, tan bien planeado que fue engañada hasta la misma  historia. 
 Después de ejecutado el plan, Trujillo vivió la mayor parte del tiempo  en España y Brasil, países en los cuales aun conservan sus  herederos  decenas de empresas con capitales que sobrepasan los mil millones de  dólares.  Tejada,el campesino usado como doble en el presunto  ajusticiamiento,  nunca pensó que cuando le pusieron uno de los uniformes de  Trujillo y se le maquilló, se dirigía a un encuentro con la muerte, para  que el  tirano siguiera viviendo".

Por: www.francomacorisanos.com
Colaboración:  Rudy García 

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